martes, 22 de septiembre de 2009

las crisis de ansiedad

Los americanos suelen llamarla también “crisis de pánico” y en Europa, se llama “crisis de angustia”.

A mí lo de crisis de pánico me parece mejor porque el término es más gráfico.

Hay un mecanismos de defensa del ser humano que consiste en que, cuando hay una situación de gran peligro o alarma, se dispara el ritmo cardiaco, la respiración se hace más rápida y superficial, las pupilas se dilatan, la piel y el pelo se erizan (se pone “carne de gallina”, “los pelos de punta”), la musculatura se contrae… hasta puede dar diarrea..

Todo esto, es una expresión del miedo, un mecanismo de alerta, de defensa, de huida de autoprotección… Todo esto es normal cuando se produce como respuesta a una situación amenazante o altamente estresante.

El problema de la crisis de pánico, es que puede producirse sin que haya ninguna situación especial que la provoque, en cualquier momento, cuando más tranquilo estoy…

En tal caso, como la persona que la sufre nota todos esos síntomas sin que haya nada que los explique, siente doble miedo: crisis de miedo inmenso y más miedo porque no hay explicación descubrible.

La crisis puede ser extraordinariamente molesta y producir mucho sufrimiento a quién la padece.

Sin embargo, es una falsa alarma: parece que me va a dar un infarto, pero no me da; parece que me voy a asfixiar, pero no me asfixio, parece que me voy a morir pero no me muero; parece que me voy a volver loco, pero no me vuelvo…y, poco a poco, la crisis va pasando, ella sola, hasta que todo vuelve a la normalidad.

Bueno, casi todo vuelve a la normalidad. Generalmente me quedo con miedo de que pueda volver a aparecer una crisis tan angustiosa. Y, sin motivo aparente.

Pero… hay que vencer el miedo. Una sola crisis de pánico, a pesar del susto que se lleva uno, no tiene importancia ninguna. Solo hay que intentar mantenerse sereno, respirando hondo y pausado, darle tiempo, no salir corriendo hacia ningún sitio…ella sola va pasando.

Solo si la crisis se repitiera en varias ocasiones debe consultarse al médico de cabecera y él dirá lo que hay que hacer.

Saludos, amigos.

Julio Santiago

No hay comentarios: